Si está recibiendo tratamiento para esquizofrenia cuando descubre que está embarazada, es importante que no deje de tomar sus medicamentos sin consultar a su psiquiatra o médico de cabecera.

La esquizofrenia es poco común y, por lo general, hay antecedentes familiares. Los enfermos generalmente tendrán su primer episodio a finales de la adolescencia o principios de los veinte años. Su médico trabajará con usted para controlar su esquizofrenia durante el embarazo.

Los dos síntomas principales son:

• Delirios – creencias que no son reales pero parecen ser reales. Por lo general, los delirios pueden estar relacionados con la conspiración o puede que creas que la gente está buscándote o que te están siguiendo. Algunos enfermos piensan que tienen poderes especiales o perspicacia o sienten que sus pensamientos están siendo controlados por otra persona.
• Alucinaciones: cosas que se pueden ver, oír, sentir o oler, pero que no son reales. Es como si tus oídos, ojos y otros sentidos te estuvieran engañando. La experiencia puede ser interesante y desconcertante.

Otros síntomas incluyen:

• retraimiento social, a menudo porque se siente paranoico
• dificultad para organizar sus tareas diarias normales
• dificultad para tomar decisiones debido a la sensación de incertidumbre y ambivalencia
• dificultad para organizar los pensamientos y el habla desordenada
• inversión de su ciclo de sueño–vigilia para que tienda a dormir durante el día y a estar despierto por la noche.

Si bien es posible que prefiera no tener que tomar medicamentos durante su embarazo y durante la lactancia, este deseo debe sopesarse contra la posibilidad de recaída.